Nuestros comienzos

En 1964 se fundaba esta casa por Jesús Guillén y Ramiro Guillén, especializándose en la fabricación de patatas fritas.

Fueron muchos los esfuerzos humanos y la escasez de recursos tecnológicos a los que se tuvieron que enfrentar estos hermanos.

El intenso trabajo de ambas familias pronto hizo que su negocio fuera creciendo y se vieran obligados a adquirir espacios cada vez más grandes y con maquinarias especializadas para así poder abastecer el creciente mercado que requería sus ya famosas patatas.

Hoy en día, este legado de trabajo y buen hacer, continúa con los descendientes de estos dos hermanos, que un día, siendo muy niños, decidieron abandonar su pueblo para convertirse en los mejores patateros de todo Madrid.